Perder a un ser querido en un accidente causado por la negligencia de otra persona es emocional y a veces físicamente devastador.
Es comprensible que presentar una demanda por homicidio culposo contra la parte negligente que causó la muerte no sea lo primero en lo que piense.
Sin embargo, una reclamación que prospere puede ayudarle a recuperar parte de los gastos imprevistos relacionados con el siniestro.
Si se pregunta cómo se calcula un homicidio culposo, lo mejor es que se ponga en contacto con un abogado experto en homicidios culposos de Armstrong Lee & Baker LLP.
Lo siguiente también puede ser útil para empezar.
¿Qué compensación económica es posible en una demanda por homicidio culposo?
Por lo general, un demandante puede interponer una demanda por homicidio culposo contra una o varias partes por daños reales.
Los daños reales constan de dos subcategorías: daños económicos y no económicos.
Los daños económicos reembolsan al demandante las pérdidas monetarias reales, entre las que se incluyen:
- Pérdida de capacidad de ganancia y salarios no percibidos;
- Facturas médicas;
- Valor de los servicios perdidos (por ejemplo, cuidado de niños y mantenimiento del hogar), y
- Gastos de funeral y entierro.
Los daños no económicos son algo más difíciles de calcular. Incluyen la pérdida de compañía y apoyo, el dolor y el sufrimiento, y la angustia emocional.
Un demandante también puede solicitar daños ejemplares, también conocidos como daños punitivos.
Los tribunales conceden indemnizaciones punitivas para castigar a la parte negligente y evitar futuras faltas similares. Los daños punitivos se conceden con menos frecuencia.
Sin embargo, si un demandante puede demostrar que la parte responsable actuó con imprudencia temeraria o con un grado extremo de irresponsabilidad, un jurado puede conceder daños punitivos.
¿Cómo se calculan las indemnizaciones por homicidio culposo?
Quizá se pregunte cómo se calculan las indemnizaciones por homicidio culposo.
Dado que es difícil asignar un valor monetario a la vida de una persona, la cuantía de los daños varía y depende de los hechos de cada caso.
En su mayor parte, los tribunales basan las indemnizaciones en pruebas objetivas.
Economistas, contables, testigos del demandante y otros testigos cualificados suelen determinar el valor de estas pruebas.
Pero un juez o un jurado son los responsables últimos de decidir qué cifra representa con mayor exactitud las pérdidas del demandante.
Algunas consideraciones importantes son:
- La edad del difunto;
- El estado de salud del fallecido antes de su muerte;
- La capacidad de ganancia del difunto;
- Formación, antecedentes y educación del fallecido;
- Las circunstancias y la edad de las personas a cargo del difunto;
- Valor de las prestaciones perdidas (seguro médico, pensiones); y
- Las facturas médicas del difunto.
La gravedad de las lesiones del fallecido, la angustia, el dolor y la pérdida de compañía sufrida por los seres queridos supervivientes, y el nivel de negligencia que condujo a la fatalidad son otros factores que influyen.
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